¿QUÉ ES EL DNS?
Vamos a explicar un poco y de forma muy básica cómo funciona el “Domain Name System” o “Sistema de Nombres de Dominio”.
Cuando compras un nombre de dominio, sin nada más, simplemente estás comprando una dirección, un nombre reconocible por la gente que te buscara en Internet.
Una vez decides que quieres utilizarlo para una web, o para direcciones de correo por ejemplo, hay que “apuntar” o “asociar” ese nombre de dominio a tus cuentas o a tu web.
¿Qué sentido tiene esto?
Tu web o cuentas de correo se crean en unos servidores determinados, dependiendo de tu proveedor. En el momento en que tus servicios se dan de alta se les asigna una dirección para que se pueda acceder a ellos, sin embargo se trata de una dirección IP.
Una IP consiste en una serie de números que sirven como dirección de un servicio en una red como Internet. Podríamos compararlo con el servicio postal, y la dirección IP sería la dirección de nuestra casa.
Sin embargo imagina cómo sería Internet si en lugar de nombres, las páginas web tuviesen sólo las direcciones IP. En lugar de escribir www.ozongo.com, tendríamos que escribir una serie de números, cómo por ejemplo 95.128.157.153. Es impensable que pudiéramos navegar tan fácilmente como ahora.
Para solucionar esto se creó el Sistema de Nombres de Dominio, que asocia tu nombre de dominio a la dirección IP de tus servicios de forma que cuando alguien necesita encontrar tu web o enviarte un correo sólo necesita recordar tu dominio.
Para realizar esto se utilizan los Servidores DNS. Los de Ozongo son ns1.ozongo.com y ns4.ozongo.com.
El funcionamiento básico de los servidores DNS consiste en una tabla, que tiene las zonas y registros DNS de muchos dominios, y donde indica qué nombre de dominio está asociado a qué IP.
De esta forma cuando abres el navegador y escribes el nombre de una web, lo primero que hace tu ordenador es enviar la petición al servidor DNS para averiguar a qué IP tiene que dirigirse para encontrar la web que estás buscando.